Entradas

Mostrando entradas de 2015

EL SUEÑO DE ALDEVRÍN

Imagen
En Cónclave estaban… No, en Cónclave estábamos. En círculo abierto pero cerrado porque las manos unidas, de largos y finos dedos, eran trenzas de luz emanada de cada uno de ellos. Y entonces dijimos al unísono: ¡Sea!. ¡Y nazca!. Y Aldevrín se hizo hombre. La esfera de luz lo envolvió. Y Aldevrín se hizo hombre. No un hombre cualquiera, sino llamado a ser un avatar. El avatar se llamó Joshua. Y Joshua caminó. Al caminar, las flores crecían a su paso. Y su paso no era lento, sino armonioso y dinámico. Su voz templada como el acero fino, el de cristal que usan los elfos para armarse y alejar a las sombras. Al dormir Joshua era de nuevo Aldevrín y se volvía aéreo, espigado de finas formas sutiles. Y al despertar, caminaba de nuevo. Un día Aldevrín abandonó el mundo. Su cuerpo humano y terrenal se detuvo para siempre. Y Joshua dejó de ser lo que siendo no era realmente, un sueño de Aldevrin caminando entre niños, entre flores, entre ríos de rosas y caos, entres truenos y relámpagos, y

MIL VIDAS EN UNA SOLA

Imagen
En qué pensar cuando el tiempo pasa y descubres que una vida se resume no solo en el instante presente, en el que todo está contenido, sino además en el recuerdo. Mil historias vividas no por mí mismo en mi propio sendero, sino en el sendero y las vidas de ancestros que fueron, antes que yo mismo, pasto de la existencia. Vidas completas sin las que nada soy. Y el recuerdo se convierte así en mil vidas vividas en un instante, en mil vidas vividas en una sola, en un segundo que contiene el principio y fin de un millar de nacimientos y feneceres. Vivir, en parte, es recordar y es parte además del recuerdo. Qué puedo pensar si, al echar la vista atrás, descubro que sin ellos no habría existencia posible, que me legaron la vida, que otros fueron antes que yo para legarme un espacio y un tiempo por descubrir, y pasos que son míos pero que siguen huellas que otros dejaron. Y por ello debo honrar su memoria. Entonces me digo a mí mismo: El tiempo no es otra cosa que el camino an

DEL AMOR A LA LOCURA

Imagen
Del amor a la locura y de la locura al amor. En el camino trazado, donde los hados juegan con el destino; donde siempre el hombre está aun sin saberlo. En la frontera. Entre la hoguera y la orilla entre los mundos. Ahí estamos permanentemente. ¿De dónde el aire saca fuerzas para ser el viento?. ¿Y el hombre aliento, como alimento de sus más intimas esferas?. Cruces de caminos con historias, oscuridades letales que arrebatan sueños y escarchan el brillo de los ojos. Y luces como miradas furtivas pero serenas, claras y certeras. Atanores prestos a templar el alma y vestirla de colores purpúreos, y borrar todo dolor con savia de risas y sonrisas, caricias dadas y no dadas, sollozos de gozo y primaveras que se sueñan permanentes. ¿Dónde asientan el conocimiento, y la verdad?. Si no miento..., no es el viento, ni el lamento, ni la duda, ni el camino entristecido. Solo el agua. Solo el aire. Solo el tiempo no perdido. La pregunta y la respuesta, el caminante no el camino… templan el meta

EL GUERRERO DE LA LUZ: EN EL CAMINO

Imagen
El camino se abrió en dos. Y cada camino era una opción. El diestro conducía al pasado. El izquierdo le llevaba al futuro. Ante el Guerrero de la Luz se desplegaron un sinfín de posibilidades. Caminar al pasado le daría la oportunidad quizá de librar batallas que no libró, o afrontarlas de otra manera, o no librar alguna de las que acometió. Caminar al futuro le abría también todo un mundo de posibilidades, pues lo incierto se haría cierto. Y la experiencia acumulada sería la consejera de sus nuevos sueños y la que librara quizá la batalla del momento. Un árbol buscaba el cielo donde el camino se partía en dos, como un pincel que buscara dibujar nubes. El sol, justo en lo alto, le robaba la sombra, como si quisiera significar que erguido en busca de su propio destino la sombra no era ni siquiera un sueño, ni mucho menos su enemiga, pues su sombra y su luz parecían fundirse en una sola cualidad del alma. Contemplando el mar de opciones que ante él se mostraba una paloma blanc

EL VIEJO DE LA MONTAÑA: "CAMINO Y SILENCIO"

Imagen
Cuando hace el camino se hace a sí mismo. Al caminar, el viejo de la montaña no pisa el suelo. No es que no lo toque, ni la tierra no cruja a su paso, ni la hierba no se pliegue bajo su peso. Es que al caminar, él sabe que siendo de este mundo realmente no lo es y que su tránsito por él es tan solo pasajero (como todo tránsito). Un viento que arrastra vivencias desde el mundo de los sueños al de la realidad más cristalina. Él sabe que su reino no es de este mundo. Así que cuando camina no lo hace. Sabe que sueña vivir despierto y que, en la realidad más cierta, vuela en los espacios infinitos del Ser. Por eso nunca lo ven alejarse. Por eso nunca desanda el camino andado. Por eso para él caminar es vivirse. Y vivirse saber que, ante todo, es un ser alado que acostumbrado al vuelo vive una vida de hombre. El viejo de la montaña no habla por hablar. Sabe que el don del habla es un verso sagrado que se ha otorgado al hombre para que manifieste lo que libre está de la pesada carga del

ES

Imagen
Es. No ha sido, ni está siendo, ni será. Es. Y como Es, es indefinible, inabarcable, incomparable… Mas decir todo esto es definirlo sin hacerlo. Y trazar fronteras en torno suyo. Sencillamente, Es. Y como Es, no está sujeto a nada. No está sujeto a tiempo. No está sujeto a espacio. No está sujeto a la cuerda floja y trenzada, demasiado trenzada, de la mente. Trazar un camino que conduzca a Ello es, de alguna manera, suficientemente innecesario. Bueno, no trazarlo, sino heredarlo, asumirlo, adoptarlo… Aunque tienes que andar tu propio camino. Es decir, y lo que implica, no ya hacerlo, sino hacerlo propio y libre, experimentarlo en lo más profundo y sagrado de ti. Pero nada de cadenas revestidas de santidad, de senderos salva-almas que iluminan porque son fórmulas magistrales. Si iluminaran, desplegarías alas y verías que el alma del camino ha de ser la libertad. Puesto que nadie vive ni padece, ni siente, ni llora, ni ríe, ni busca, ni encuentra…, por ti. Los caminos, si no cuidamo

MAGIA DEL VIENTO Y DE LA LUZ

Imagen
Cierra los ojos y abre el alma. Acaricia la luz que prende en tu cabello, la trae el viento a lomos de recuerdos y ensoñadores despiertos. Déjate acariciar por luces traídas por suspiros del alma que viajan en torrentes de aire. No son solo palabras que buscan contener sentidos que alimenten osadías del hambre más sutil.  Al subir a la montaña y contemplar desde la cumbre el mundo de los hombres y las almas, las que aún no levantaron el vuelo. El sueño, tu sueño, es como luces de colores que componen alas cristalinas hechas no para volar, sino para mecerse sobre la luz, sobre lágrimas de rocío que contienen amaneceres, sobre heladas que maquillan hojas secas que recobran la vida al disiparse el rostro de hielo que las cubre. En el valle, cuando la vida te muestra sonrisas sin tiempo, frutos contenidos en hermanos de piel de madera y miradas tejidas de aromas. Entonces los caminos son como ríos de pasos dados entre la luz y la oscuridad, como caminares entres sueño

SUSURRAN PAJAROS

Imagen
Susurran pájaros. Cánticos que trae el viento, resplandores de aleteos azules y de almas viajeras que acarician el cielo y las nubes. Y versan lluvias, bautizos por inicios y vuelos del alma. Espíritus libres que libran batallas batiendo murmullos de luz al viento. Pájaros de colores que susurran cánticos, que cantan amaneceres y atardeceres en los que el sol se cobija en la madeja de los árboles. Y entre ellos los cantores, como flores voladoras, se sinceran con la hoguera que alumbra las praderas. Sol en las montañas, las riveras, en sonrisas sin fisuras (y las siembra de cordura). Atadura que madura se convierte en locura. Vislumbre de la puerta de la flores, la que conduce al cielo del hombre. Corazón que late y tiembla de vida en su pecho. Susurran pájaros. Son viento contenido en silbidos y graznidos, en sonrisas de colores revestidas de sabores… a besos, a temblores… del alma, a rezos del viento, a mil pensamientos, a temblores por amor

RESPIRO

Imagen
Sucede todos los días y en todo momento, cada segundo, en instantes encadenados que inician y cierran ciclos (como vidas completas que juntas hacen una sola vida). No hay forma de dejar de hacerlo. Sucede, sin más. Es sutil, pero livianamente contundente, porque vivos nos mantiene: respiramos. Retener y soltar sin apego, porque el Todo fluye, y fluyendo transita por mí. Se diluye en mi. Y el ritmo santo que impulsa la vida me posee, y en mí se expresa. Respiro con todo porque todo respira conmigo. Y me vivo en cada cosa existente, en cada susurro del viento, en cada brizna de luz que desciende y se posa sobre mi. Respiro. Y respirar es un milagro.  Latir con el corazón que late en cada suspiro encierra  el milagro de vivir. Y todo pulso es mi pulso. Y yo soy ello. Y ello es en mi. Lo más cotidiano y sutil es vital. Olvidarlo es caminar dormido. Reconocerlo es henchir los pulmones y dejar que, al penetrar el aire, gocemos el hecho de vivir y reverenciemos el milagro de la

NO TENGO PALABRAS

Imagen
No tengo palabras. Porque tenerlas seria llorarlas, gritarlas, arrancarlas de mi garganta. Y vaciar de todo el corazón que late donde el grito ya sirve de nada. No tengo palabras. Porque palabras son solo sonidos lanzados al vacío más cruento si no se convierten en amaneceres de esperanza y en panes, y en manos no alzadas sino tendidas en la distancia buscando otras manos, y en rescatar del dolor al propio dolor y de la indiferencia a los dueños del mundo. No tengo palabras. Porque si las tuviera ¡estaría tan cerca del clamor más silencioso y del silencio más clamoroso!. Y gritaría de silencio contenido, de mordaza mordida de impotencia, porque susurrar ya no vale y vivir se ha convertido en una conquista… En vez de palabras serían sollozos de niño adulto que no entiende. Porque entender sería un canto a la incomprensión, paradojas que encierran paradojas porque la vida no se tejió con fronteras, ni el dolor las tiene, ni la guerra las respeta, ni el llanto y calcañar de dien

DE SUEÑOS Y MIRADAS

Imagen
Suavidad..., en los gestos, en la mirada, en la palabra, al caminar, al descender al valle y subir a la montaña, al soñar despertares y vivir sueños de madrugada... Cada gesto del alma en su tránsito planetario acaricia a la vida, tersa y suave como la mar acariciada por la faz del cielo en calma. Y nosotros, resplandores entre nubes y entre nubes alboradas. Brisa que besa los corazones, sonrisas bañadas por vuelos de gorriones enmarañados en torno a un ciprés paciente que busca el cielo. Y la tierra en calma. Y el azul que todo lo cubre se baña de miradas. Hermanos que vuelan trinando colores, primaveras cantadas. Sonríe el sol a las nubes. Suspiran estas porque el viento trae recuerdos e historias que nunca fueron, y voces sin rostro que sin rostro tejen vanidades que se disiparon con la aurora. Y cantos que despertaron corazones adormecidos porque tiempo era de dormir y despertar amaban. Soñadores... Al bajar a la rivera y posar mis dedos sobre la piel de agua que nace donde a

DESTELLOS

Imagen
En tu sagrada presencia yo me acuno, recuesto mis pensamientos y me dejo soñar en el sueño despierto del ensoñador que caminos hace vestido de carne y huesos. En tus brazos mecer me dejo por el hálito sin tiempo de toda vida gestada por ti en tiempos y en espacios confinados en cuatro estaciones, en cinco elementos, en vida palpitante y resurgente de entre sus propias oscuridades y temores, de sus sombras. Emergentes cielos de luz que renacen de entre sí mismos. Puertas de la luz, amor de flor de loto, nenúfares nacientes sobre lodazales que cobijan esperanzas y resplandores. Viajes sin viajar a los templos de la luz. Hervor que sublima y volatiliza mis pensamientos. Destellos de amor consciente que teje despertares en corazones limpios que aprendieron que todo dolor puede quedar atrás, sumergido en la historia, si la luz cubre el alma y limpia la mente. Camino hago desde mi valle a mi montaña primigenia. Meru que toca las estrellas y, al tocarlas, me devuelven la memoria. Y me gri

APRENDIZ SOY

Imagen
Aprendiz soy de viviente que sintiente, y caminante despertando de entresueños en ensueños cotidianos, ama verse liberado del dolor y del tiempo. Piedras en las manos y en los pies que contienen al alma, y la detienen, y volar no la dejan. Porque volar sería temblar de luz. Aprendiz soy de viviente que sintiente ama vivir y expandir alas de colores en pensamientos multicolores. No unísonos, ni cromáticos no enigmáticos. Nada de uniformidad disfrazada de limpieza, de pureza, de liviana soledad que encuentra en la belleza la compaña singular de una vida que comienza o que acaba caminando sin volar o volando sin andar. Pero lejos de este mundo tan trivial, soy lo que Es. Sin pensar, sin hablar…, escritura sin holgura, poemas galaxianos que se escapan por mis manos dibujando despertares en corazones de hermanos que bostezan con tristeza. Porque sueñan con nobleza volar alto y despertar. Aprendiz de mariposa que reposa en sus alas de colores. No de olores, ¡ni de horrores…! De

TÍBET (MÁS CERCA DEL CIELO)

Imagen
Regreso a tierras lejanas que tocan el cielo con aristas como dedos de caliza y nieve que acarician nubes y sueños. Brotan de la tierra, de la madre del mundo, y sueñan con el cielo. Atanores de pensamientos y de luces bañadas por lagos esmeralda. Tierra santa. Santa tierra que custodia misterios. Más cerca del cielo, de lo divino y de lo humano. Ligereza del aire que respirar se deja y soñar se siente. Y temblar tiembla porque dragón despierto no es lo mismo que dragón inquieto. País de las nieves, hogar de lo dioses. Soles en gompas. Maitreyas del mundo que habrá de venir. Rezos y ceremonias. Hombres santos que santifican la tierra que pisan. Tierra santa que santifica a los hombres. Glaciares, lenguas de hielo que no hablan porque silentes hacen el camino y crujen en silencio. Y en silencio caminan. Y dormidas despiertan porque despertar no es un sueño, ni un sueño dentro de un sueño, sino un lecho de despertares. Brillan soles en estepas coronadas de cumbres. Rezos que pon

MIEDO

Imagen
Lo destierro y expulso del momento presente y cotidiano, del momento futuro y de todo cuanto amo. Tenaza y amarra que sujeta libertades de la mente y del alma, libertades. Enemigo huidizo que quedarse quiere para siempre y que siempre deploramos. Miedo. Cadena de cadenas. Miedo a perder, a ganar, a subir, a bajar, a ser y dejar de ser, a tener y no tener, a morir o perecer, a servir o ser servido… Miedo es lo que nos aleja de nosotros mismos, de la eternidad contenida en un segundo y de lo que contiene el mayor de los disfrutes al andar por el mundo vestidos de carne y huesos: ver el sol levantarse y perderse por el horizonte. Así de fácil y sencillo. Y entre medias: llorar y reír, reír y llorar, hablar y cantar, decir poesía y escribirla…, traer hijos al mundo y enseñarlos a volar. Verlos volar y hacer su vuelo propio no tu propio vuelo. Acunar sueños y acariciar amapolas en primavera. Vivir como atardeceres que contemplan amaneceres, albas vestidas de aurora que florecen a mediod

DON DE DONES

Imagen
Es un don y como tal se expresa. Se expresa porque fluye y sucede, transcurre y detiene el tiempo y el vuelo de los pájaros. Quietud. Calma vestida de mirada tenue, de ojos entreabiertos que miran lejos porque está lejos quien mira y cerca lo mirado. Es un don y como tal se expresa, porque medita el segundo presente, ilumina el pasado y recubre de verde el que ha de venir. Contenedor de todo en el instante presente, en el ahora huidizo, en la frágil substancia del no pensamiento. Presente. Instante. Ahora. Es un don y como tal se expresa. Ilumina y camina, sosiega y vuela, enternece y palpita. Tiene garras y plumas. Sin rugir ruge, sin volar vuela. Y expresa la fiereza del cauto y del templado, del pacífico. Corazón. Brotes de luz palpitante que expande vida. Latidos como millar de millares de estrellas que pulsan como pulsares, que sienten como almas imbuidas de ritmo, de cadencia, de son con son. Respirar y brillar. Expandir y soltar. Inspirar y amar desde dentro lo que estuvo f

RUMOR DE OLAS

Imagen
Cuando se retire la ola qué quedará de la orilla. Qué quedará de la orilla cuando la espuma deje de rugir y crepite, solo crepite, diluyéndose entre las piedras…, y la arena brille. Soles diminutos que resplandecen para ser ahogados nuevamente por mar de mares, por agua que trae y lleva pensamientos, temores y flores, locuras y corduras, sensaciones, vuelos y gaviotas, y sirenas que se debaten entre dos mundos como si de dos mundos fueran. Qué quedará de la orilla cuando se retire la ola. Y el mar, la mar, desencadene recuerdos, miradas al pasado y miradas al futuro. Y el presente se pierda sin perderse porque la mar no dormita, aun a pesar de parecer calma y sosegada. Presente, quietud hecha tersura cristalina que refleja cielos y estrellas, nubes y atardeceres, amaneceres como rocas que se asoman a la infinitud más asequible y más lejana. El espejo donde el mundo se mira y la eternidad se contempla. Pasos dados en la orilla entre dos mundos. En la virtud más sincera del hombre

EL VUELO DEL AGUILA

Imagen
Despliego las alas y estremezco el aire que me envuelve. Rumor de vuelos contenidos: los que fueron, el que es, los que serán. Salto desde la cumbre más primigenia, montaña del tiempo, montaña sagrada, de la vida, del Gran Espíritu de la Luz, Monte Meru de las estrellas. Y alzo el vuelo. Ella vive en mí. Ella yo es. Y en ella, y en sus resplandores aéreos encuentro mi legado, el que a mi mismo he dejado, el que es en mí…, libre y sin ataduras. Alzo el vuelo y la densidad se hace sutil, y lo sutil tenue como el aire de cristal invisible, y la luz se descompone en colores, y el color en vibraciones, y las vibraciones en tonos, y los tonos en música. Y al poner rumbo a las estrellas música de esferas bañan mis oídos. Y oigo en ella mi propia voz, mi propio canto, y el batir de mis alas. Águila en mí que es. Águila en mí que soy. Cuando se viste de hombre y cambia su nombre por el mío, camina en la vida deteniendo su vuelo. Y al mirar al cielo y soñar con las nubes, al ver las estrel

IMAGENES

Imagen
Las imágenes atrapan momentos. Y los momentos..., espacios rodeados de emoción y cantos del alma, sentimientos que se visten de colores rosados o púrpuras, azules, amarillos o naranjas… Hasta el gris contiene momentos inaprensibles hasta entonces. Las imágenes atrapan tiempo. Lo convierten en luz de colores, en instantes precisos y certeros que  atrapados quedan para casi siempre, sujetos a un tiempo diferente y sometidos al viento de la mirada. “Rotoras” de la conciencia, del recuerdo y del ánima, trazan caminos de ida y vuelta, y templan el corazón. Ropaje del sueño y de la vida, atanores donde se gestan pequeños universos en los que lo mejor de cada instante perdura. Y se hace la magia. Y la magia se hace luz. Y la luz conciencia de un instante maravilloso que nunca se fue. Aires que recuerdos hacen presente, que pasados tornan en “ahoras", luces sin tiempo que tiempo son. Flores, brotes de la vida, jardines. Primaveras prestas a bullir como sol naciente que no

JACARANDA

Imagen
Jacaranda… Su nombre anda, diluye, construye, me hace saborear placeres del alma que como tales no lo son porque el alma no se place ni complace, sino siente no resiente. Mi alma brilla cuando la jacaranda despierta en mi fulgores violáceos, que lejos me llevan y me traen de vuelta a casa. Me roba la vista y acaricia mis atardeceres. Ilumina mis alboradas y besa mis pensamientos, los convierte en flores nacaradas de aromas dulces y lilas. Jacaranda que adornas los paisajes como si fueran creaciones imaginarias, ficción de colores imposibles en árboles posibles y en paisajes reales entre amapolas o cemento, entre mundos caminantes que humanos llamamos…, aunque descendidos del cielo. Jacaranda que entre vientos y semáforos anda, que camina de mirada en mirada y de sueño en sueño, que adorna la frialdad de lo urbano y lo hace tierno y despertador de adormecidos que caminan su camino mirando al suelo. Pero al levantar la mirada: Jacaranda que su camino anda con ángeles de carne y hueso

VOLAR

Imagen
Volar… Volar alto y en solitario, rozando las nubes, superando las cumbres, acariciando el cielo. Volar alto, tan alto, que lo grande se haga pequeño y lo lejano cercano, lo inconmensurable asequible y lo asequible trascendente. Volar… Volar tan alto y tan lejano que poder pueda regresar a casa, la de las estrellas, la luminiscente, aquella en la que soy verdaderamente. Allí donde recobraré todo recuerdo perdido y el olvido quedará olvidado. Volar… Volar hacia mis adentros a la busca del tesoro, del gran tesoro. Corazón verde, esmeralda de luz. Corazón divino que diviniza mi ser y el millar de millares de pasos que he dado, de palabras que he escrito, de sonidos que he emitido queriendo componer almas. Hacia dentro. Todo espacio recorrido, todo vuelo, es hacia dentro. Las estrellas dentro, el ocaso dentro, primavera dentro, amor de amores dentro… Solo un vuelo. Solo hay un vuelo…, y no viste de plumas las alas que lo impulsan, sino de luz iridiscente. Arcoíris que sujetan el alma y

A NEPAL

Imagen
Contenido en llanto sin canto, sin risa ni sonrisa, en lágrima expresado, en mano tendida, en polvo y lluvia, y en rugido de cien tigres que se dejan caer por las montañas. Manto y llanto, desolación vestida de tierra rota y herida. Dragón llameante que rasga el velo más abrupto y se retuerce. Contenido el clamor del miedo, y el dolor, y un millar de sonrisas borradas para siempre. Contenido lo que no puede contenerse. Compasión es el nombre de la montaña más alta (y toca el cielo). Compasión es el nombre del valle (y acaricia el alma). Compasión es el nombre de dragones de piedra que se retuercen bajo la piel del mundo, en un lugar del mundo vestido de alma que clama a la eternidad (y allí los hombres rozan la frontera de la Luz más cristalina y de la ciudad sin tiempo). La trascendencia se ha vestido de fuego en pira, de lamento, de valle desencantado, de almas caminantes que ya no caminan, de atardeceres manchados, de amaneceres rotos por horas inciertas. Clama el cielo p

ANTE EL TEMIDO UMBRAL

Imagen
Antes o después tenemos que enfrentarnos a la muerte, en cualquiera de sus formas. Pero para nacer, para nacer a una nueva vida, tenemos que morir. Es imprescindible morir. Hemos de enfrentarnos a la aniquilación del ego y de lo transitorio que vive en nosotros. Tenemos que afrontar la muerte que significa el despertar. La desaparición de lo viejo y el advenimiento de lo nuevo. El óbito de nuestra identidad y el resurgimiento de nuestra verdadera identidad. Debemos enfrenarnos a nuestra muerte cotidiana, a la muerte del minuto a minuto, del segundo a segundo, a la pequeña y a la gran muerte. La mente acoge al miedo. Y el miedo a desaparecer es la personificación de la muerte. Cuando destierras tu miedo amaneces por segunda vez en este mundo. Viven en mí la vida y la muerte, la eternidad y la transitoriedad. Como seres humanos somos hojas arrastradas por el viento. Como lo que en verdad somos nos asemejamos más al viento. Pero el origen de nuestra fuerza y energía está en lo que

LOS SENDEROS DEL ARCOIRIS

Imagen
La filosofía de los senderos del arcoíris es una filosofía que no tiene nombre, que no se rige por norma alguna. No tiene dogmas, ni verdades inamovibles. Bebe de todas las fuentes. Respeta todas las formas de pensamiento destinadas a liberar al hombre. La filosofía del camino sin camino obtiene sus enseñanzas de la vida misma, del roce con el aire que me envuelve, de lo más inmediato e intenta transmutar los hechos cotidianos en trascendentes y los trascendentes en cotidianos. La filosofía de los senderos del arcoíris es la filosofía del amor, de la vida y de la conciencia, por eso no sigue ni pertenece a ninguna escuela. Es de quien la siente. Habita en quien con ella vibra. La filosofía del camino sin camino no se ata a ritos, ni a jerarquías. Tan sólo intenta fluir con la vida. Yo soy el arcoíris, camino de colores curvado sobre la vida, precioso pasadizo con diversos matices. Soy la conciencia de vivir a través de los colores del tiempo, el puente que une a los hom

ELLOS Y YO

Imagen
¿Quiénes son ellos , desconocidos insondables?. Ellos , los que están sin estar. Y contemplan mis pasos y el millar de miradas que dirijo al cielo. Ellos y yo somos uno. Porque venimos del mismo lugar. Porque su cielo es mi cielo. Porque en mi caminar humano, ellos caminan conmigo. Ellos y yo…, perdido caminante, deambulante, aspirante de aprendiz de despierto, caminante itinerante, por el tiempo cautivo. ¿Quiénes son ellos ?. Que eluden la certeza del concreto pensamiento que se escuda en el lamento de estar solos y perdidos. Mas ni solos ni abandonados. Solo somos galaxianos deslumbrados por el brillo del olvido. Luces, como luces vespertinas, matutinas, nocturnas, que el cielo iluminan y las mentes abren, y despejan pensamientos, y siembran preguntas, y abren caminos. Y en esas luces, ellos . Y mirándolas, nosotros. ¡Cuántas veces los busqué en la noche, entre estrellas rutilantes como amantes del misterio de la vida!. Ellos acompañan nuestros sueños, nuestro vuelo, nuestro

CUANDO MIRO AL CIELO ESTRELLADO

Imagen
"Los senderos del arcoíris", mi ópera prima. Cuando miro al cielo estrellado me embriago con la luminosa belleza de sus perlas de vida. Sigo el curso de la Vía Láctea. Observo el vuelo del Águila, la danza del Cisne, los pasos seguros de la Osa Mayor. Busco mi norte en la estrella Polar. Cuando miro al cielo estrellado me recreo viendo despuntar por el horizonte la amarilla belleza de Rigel, arrastrando a Orión. Quedo embelesado cuando el gran perro asoma su ojo de luz por la preciosa ventana de Sirio, la más hermosa de las estrellas. Cuando miro al cielo estrellado mis ojos buscan y encuentran las Pléyades, siete veces bellas por sí mismas, signo de interrogación hecho de puntos de luz. Mi mirada se pierde entre la parpadeante infinitud y mi noche interior se mezcla con la noche cósmica que contemplan mis ojos. Cuando miro al cielo estrellado y millares de ojos me miran, y millares de ojos contemplan mi mirada, me pregunto dónde estará mi hogar verdadero, qué estrella

LLUVIA

Imagen
Llueve, llanto suave de alegría intensa que desprender se deja. Llueve, agua fina, luz licuada. Vida que beber se deja y besarme quiere. Lluvia, clamor silente que ruidoso llena espacios contenidos en silencios sin matices y en matices silenciosos que hablar hablan sin palabras. Solo gestos que en sí mismos lo son todo. Gota una que mar contiene. Lluvia, pensamientos que alumbran recuerdos y arrastran tormentas y tormentos. Río de la vida que nace de las estrellas y amamanta nubes que cubren cielos y adornan horizontes. Lluvia, de agua, de estrellas, de sentimientos. Alegrías que se dejan acariciar. Labios dulces que besar besan vientos que cobijan historias no contadas… Porque no sabemos escuchar al viento ni beber el agua que apaga incertidumbres y siembra certezas, besando mentes y corazones, limpiando entrañas rojas como la vida y azules como el cielo. Llueve, agua de vida, agua ignea que enciende corazones y sosiega saberes no recordados. Llueve, agua fuente verti

CAMINANTE

Imagen
Caminante que caminas bajo las estrellas, que haces tu vida bajo el cielo y bajo el cielo, sobre la tierra, derramas lágrimas y viertes sonrisas; que buscas dar pasos a la luz del silencio y ante el clamor del tiempo, buscando liberarte de todo sufrimiento amando la vida y trascendiendo el dolor. Caminante que caminas bajo las estrellas y bajo las estrellas, sobre esta tierra, forjas tu destino al tiempo que las flores crecen y se marchitan, que los ríos alimentan mares y los mares sueños, y los árboles se desnudan en otoño… Caminante que caminas bajo las estrellas y al mirarlas tu pecho se expande, y sientes nostalgia. No te sientas perdido, pues un ángel eres haciendo el camino de los hombres. Y cuando alces el vuelo, y dejes atrás el llanto y el calcañar de dientes, la fría escarcha se convertirá en suave primavera que adorne tus recuerdos. Y la Luz disipará todo llanto. Y el Amor cerrará toda herida. Al hombre le serán dadas alas. Y tú regresarás a las estrellas.

ES TIEMPO

Imagen
Ha llegado el tiempo de abrir puertas y ventanas, puertas del alma y ventanas por las que el alma asoma al mundo y a mundos intangibles que tangibles se hacen, porque si mirar no es ver, ver es contemplar aquello que sucede ante nosotros mismos y en nosotros mismos. Ha llegado el tiempo en el que sembrar no es una opción, sino toda opción que se precie de camino caminado a la sombra de la Luz y en el portal del tiempo, de ese tiempo que nos ata y nos devora sencillamente porque en él creemos.  Ha llegado el tiempo de soltar las cadenas. Y digo soltar, porque somos nosotros quienes las sujetamos y nos decimos con el grito inerte del que moverse quiere pero andar no puede: no soy libre. Ha llegado el tiempo de liberarse y aferrarse al Vivir. Ha llegado el tiempo en el que el sueño y el dormir cotidiano caminan de la mano para soltarse y hacer caminos diferentes. Para enseñarnos en el despertar más profundo y más liviano, en el más coherente y en el más alto, alto ha

PEQUEÑO CIELO

Imagen
Pequeño cielo que cobijaba mis atardeceres, magia de la luz y de las estrellas que brotaban a borbotones lentos, despertares en los cielos que robaban miradas y sueños. Pequeño cielo que escondía esperanzas, fantasías y osadías del pensamiento, incursiones sin miedo a traspasar fronteras prohibidas. La razón era un puente entre lo finito y lo infinito, en vez de una puerta cerrada temiendo abrirse. Pequeño cielo sostenido por montañas y llanos, por búsquedas, por un río de aguas caducas e invernales. Naranjos y olivos, eucaliptos y acacias, lechuza blanca que alimentaba el misterio y traía mensajes de ellos (desconocidos insondables que sondeaban mis pensamientos). Crecí bajo ese pequeño cielo, que acogió mi infancia y mi juventud. Todo sucedió bajo él: Primero, mis juegos de aprendiz de humano. Y después, mis búsquedas de aprendiz de ángel vestido de olvido. Pequeño cielo para mi inmenso. Bajo él mis pies tomaron tierra y mi cabeza cielo. Bajo él levanté los br