Bandera de la Paz, vinculada a la idea de la Pax Cultura |
Como tal el ser humano no puede ser desligado ni desvestido de su legado. Somos lo que somos, desde el antepasado más lejano al momento presente, la continuada consecuencia generada por nuestros ancestros. Hemos perdurado en el tiempo, sobrevivido al tiempo, pero hemos labrado el presente a base de fuego y cenizas. Hemos levantado reinos y países sobre las ruinas de los anteriores, desdibujando la memoria de la humanidad. El mundo que conocemos ha sido construido sobre el florecimiento de unos y el declive de otros, en ciclos a veces en absoluto naturales. Frente a esto postulamos la necesidad de crear un mundo mejor que no se sostenga sobre las cenizas de lo anterior.
Una mirada ligera a la historia de los pueblos y comunidades, incluso de las individualidades que representan los seres humanos de cualquier rincón del mundo, nos evidencia que es en ese fenómeno que llamamos Cultura donde lo mejor de nosotros se expresa. Y es en ella donde subyace y manifiesta la memoria de la Humanidad. Y por ello merece la pena preservarla, abandonando la dinámica de construir tras previamente haber destruido. Salvaguardar lo mejor de nosotros mismos, y además cultivarlo, es la clave de una supervivencia basada en la Paz.
Más allá del olvido y de los intentos persistentes por sobrevivir a los grandes cambios propiciados por guerras y conflictos, la Cultura se perfila como continuados intentos por no sucumbir al caos propiciado por el dolor, conteniendo lo que nos define como indivíduos y como suma de indivíduos. La Cultura es el vestigio más hermoso de la humanidad, pues en ella se expresan no ya obras de arte, tendencias en el pensamiento o grandes obras arquitectónicas…, sino los más sublimes intentos del ser humano por trascenderse a través de lo que hace, de lo que siente, de lo que piensa, de lo que significa en su particularidad, y perdurar más allá del tiempo. Confiere así a lo transitorio el carácter de la atemporalidad. La Cultura pues puede ser una herramienta de Paz y para la Paz que reconoce en la singularidad propia y ajena un tesoro a preservar. Es la Cultura una expresión del alma humana en su intento por trascenderse a través de su propia creación.
Este es el significado del lema que acuñara el insigne pintor, hombre de letras y humanidades, de origen ruso pero de obra universal, llamado Nicolas Roerich: Pax Cultura.
Esta página, a través de la obra literaria que contiene, pretende ser un vehículo que contribuya a la Pax Cultura, es decir, a la Cultura de la Paz.
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