Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

FUENTE

Imagen
Fuente de aguas doradas que tornan purpureas al amanecer. Y cuando anochece tornan oscuras, como oscuros pensamientos que el viento arrastra corriente arriba. Y corriente arriba claman por liberar recuerdos y cumplir sueños olvidados. Fuente que viste pensamientos de obsidiana, que verde torna con luz acariciante y voz acariciada, que nombra tu nombre y al vestirlo de voz lo enaltece. Fuente de aguas puras, que puras buscan la mar de luz donde el rocío nace y la escarcha enmudece de frío antes del amanecer. Fuente resplandeciente y dicente de murmullos paridos por gárgolas de rocas blancas y grises en suaves torrentes. Y cristales de tiempo lanceados por la luz, que besan la rivera con colores. Luz que luz dispone en fragancias y substancias. Primaveras del alma y vuelos. Y sonrisas sin tiempo que buscan adornar labios y ojos. Luz del vacío y la plenitud. Fuente de la vida.

EL REY

Imagen
En su trono el rey reinaba. En su trono gobernaba sobre todo equilibrio. Pues él mismo lo era. Siete gemas brillaban en su corona, como estrellas rutilantes, pues estrellas eran. Y el cielo colmaba sus pensamientos. Sobre roca primigenia sus pies reposaban, losas talladas sobre el primer suelo del primer mundo. Su corazón latía con el pulso del sol, pero pertenecía a la tierra. Se cobijaba en las montañas y llanuras, y vestía de verde las praderas y los bosques. Daba vida a los ríos y a las fuentes. Su corazón era el mundo y por el mundo vivía. En su trono reinaba. Y su trono el mundo era. Su poder era el tiempo. Y su mando voluntad de todo. Su voz trino y rugido. Su mano gesto y puño cerrado. Y su mirada justicia, balanza con plumas y corazones. Su espada, afilada como el tiempo, brillante como la luna llena, tañida para musicar el aire al cortarlo. Acero de luz cristalina atrapada en gotas de rocío. El Rey era el mundo. Y hoy ya no hay reyes.  

ENTRELAZADOS

Imagen
Entrecruzados lazos de amores tejidos, entre abrazos sentidos de coraza y corazones. Entrecruzados sueños de temores teñidos, entre sollozos cruzados de atardeceres, y adormecidos. Entrecruzados temores de temblorosos semblantes, entristecidos albores de dolores ciertos y esperanzas rotas. Entrelazados todos.  Y todo cuanto existente es unísono y viviente. Sintiente corazón enorme que palpita en todo y todo contiene.  Y a todos atañe porque tañir tañe al entonar  el canto de la vida. Desde el aleteo más sutil a la tormenta. Desde el niño al árbol. Desde la mar al rocío. Desde lo más lejano y viviente a lo más próximo y cotidiano…, todos somos uno. Crece el bosque porque yo crezco. Nace el árbol porque yo nazco. Susurra el viento porque susurro llantos y corduras, locuras y sonrisas a las nubes. Sigue el río su curso porque mi existir fluye hasta corriente arriba. Sale el sol cada mañana porque cada mañana broto con el alba, y atardezco dejándome caer tras el horizonte. Somos uno.

REFLEXIONES SOBRE LA TEMPORALIDAD

Imagen
Es un sueño estar despierto. Y estarlo, el sueño de un sueño vívido y consensuado. Durmientes caminantes acelerando el paso para aprovechar el tiempo. El tiempo…, y a tiempo cabalgamos sobre instantes que se mueven raudos hacia el final de todo, que significa el principio nuevo del viejo mundo en el nuevo tiempo.  Universo desgarrado y luz que se expande. Y tejido que se estira y, en su viraje, traza esferas que dentro de esferas confinan espacios y recrean tiempos inexistentes, incoherentes, trazados en múltiples direcciones, recreadores de millares de historias probables y nunca imposibles. Soñamos en el tiempo y al soñarlo nos sometemos a él. Mas en qué dirección seguir su curso. ¿Acaso lo mejor no es ignorarlo y nadar contracorriente, sea cual sea su rumbo?. Si al final me dirijo, podré retornar al principio?. Principio de todo cuanto es, fin de todo cuanto ha sido, instante presente y permanente de todo cuanto ha sido, es y será. ¿Dónde me encuentro?. ¿Dónde la memoria me instal