Crónicas desde Shambala

Sentado estoy, que no caminando caminos.  Viviendo espacios que por vivir siento como escaleras al cielo  y pasajes al corazón de todo que palpita en mis adentros. Sentado estoy, que no camino haciendo. Parado sin estar parado  y quieto sin estar despierto.  Y alto en el camino hago y por eso me siento. Y siento que estoy sintiendo lo que piensas que yo pienso. Sentado estoy, que no volando,  ni queriendo levantar vuelo,  ni asiendo con mis manos sin asir cogiendo,  abiertas de lleno  y de lleno vacías. Pero con dedos prestos a querer tejiendo vivir sin tiempo  que añorar no puedo,  porque lo tengo  y sin tenerme tiene lo que yo tengo.  Sentado estoy, que no latiendo. Porque latir yo puedo, pero sintiendo corazón de fuego  y voz de luna plateada.  Que brillar yo puedo como mil fuegos encendidos  y luciendo en cielo azul de negro cielo  que estrellas muestra para andar yo quieto. Sentado estoy, que no volviendo sin volver he ido. Y he partido en via

Un koan, para el zen, es una frase que aparentemente encierra un sentido contradictorio, o que es en sí misma una contradicción o un absurdo, pero resulta ser capaz de reconciliarse con la realidad a un cierto nivel, adquiriendo nitidez y llevando a la conciencia a un lugar más claro y diáfano. Disuelve momentáneamente la mente dual y la lleva a un estado superior. He desarrollado una serie de koans, encadenados con pensamientos o preguntas aparentemente contradictorias o sin sentido, aportándoles además un cierto, pero sólo un cierto, orden. Te pido que no leas estos koans a la ligera, sino centrándote en cada uno de ellos y en el orden en que están expuestos. Desarrollan un camino. Si te place, síguelo desde el inicio al final... ¿Qué pesa más una mano vacía o una mano llena?. ¿Qué es más fácil llenar, una mano llena o una mano vacía?. ¿Qué es más fácil vaciar, una mano vacía o una mano llena?. ¿Puedo llenar una mano llena?. ¿Puedo vaciar una mano