EL REY

En su trono el rey reinaba.
En su trono gobernaba sobre todo equilibrio. Pues él mismo lo era.

Siete gemas brillaban en su corona, como estrellas rutilantes, pues estrellas eran. Y el cielo colmaba sus pensamientos.

Sobre roca primigenia sus pies reposaban, losas talladas sobre el primer suelo del primer mundo.

Su corazón latía con el pulso del sol, pero pertenecía a la tierra. Se cobijaba en las montañas y llanuras, y vestía de verde las praderas y los bosques. Daba vida a los ríos y a las fuentes.
Su corazón era el mundo y por el mundo vivía.

En su trono reinaba. Y su trono el mundo era.

Su poder era el tiempo. Y su mando voluntad de todo.
Su voz trino y rugido. Su mano gesto y puño cerrado. Y su mirada justicia, balanza con plumas y corazones.
Su espada, afilada como el tiempo, brillante como la luna llena, tañida para musicar el aire al cortarlo. Acero de luz cristalina atrapada en gotas de rocío.

El Rey era el mundo. Y hoy ya no hay reyes.








 

Comentarios

  1. Hoy ya no hay reyes...pero nosotros sabemos de ellos...conocimos de sus hazañas de su equilibrada fuerza...no hay reyes que sostengan su reino

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