PERSPECTIVAS DE UN MUNDO IRREAL (XV) "ARBOL DE LA VIDA"



Aunque no lo parezca, se sostiene desde el cielo.

Aunque no lo parezca, sus raíces penetran la atmósfera y se alimentan de la misma energía que nos alimentamos nosotros.

No es tan solo un árbol. Es el árbol de la vida. Es el árbol de la vida y de la muerte, del ciclo de regeneración y permuta constante entre lo nuevo y lo viejo, entre lo añejo y lo revolucionario.

Un árbol es como un hombre, como una mujer. Aunque se yerga sobre una piedra, y las arrugas de su piel de madera lo conviertan en áspero, sus hojas siempre serán delicadas. Y, acariciadas por el Sol, mecidas por el viento, hablarán al ciego, y enmudecerán al hablante, para que la voz del silencio hable y los ojos del espíritu se abran.

Muchos de ellos contienen algunos de los espíritus más viejos de este planeta. Y quizá, en cada lamento del viento atrapado entre sus ramas, una historia se escape y pierda para siempre.

Una parte importante de la memoria de este mundo está en los árboles, otra en las montañas y en algunos de sus más preciados tesoros, otra viaja con los ríos desde el nacimiento a la mar. Pero, a un nivel, los árboles son lo más parecido a nosotros: resumen lo que somos, lo que significamos. Y son nuestro espejo.









Comentarios

  1. Miguel Ángel es un placer leerte , muchas gracias por entregrarnos tu sentir!!

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  2. Me encanta la naturaleza y cómo no, los árboles: testigos mudos del devenir de las cosas y del deambular humano por esta tierra donde no parece muy claro, que llegue a saber qué hace; cual es su misión (si la tiene) y qué sería del planeta sin su presencia...
    El árbol encierra sabiduría, quietud (no puede estar más quieto e impasible ante aquello que le rodea) pero lo mejor de todo, es que es capaz de transmitir muchas cosas; pena, que la gran mayoría del ser humano, también anda perdido en el bosque de la sabiduría, la belleza y pese a tenerlo a dos pasos, no sabe decodificar...
    Buena exposición de algo tan grande como un árbol y que calla, sólo porque creemos que no es capaz de "hablar".
    Un abrazo.

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  3. Es un placer que me leas, Bego. Así que soy yo quien te da las gracias por ello. Y gracias, además, por estar ahí.

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  4. Esos son nuestros amigos los árboles, Utopazzo. Perfectos vínculos entre el cielo y la tierra, punto de encuentro de ambos y hogar, a veces, de amigos que adornan la espesura del bosque con su invisible presencia.
    Como siempre, gracias por tu comentario.

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  5. Hermoso: "entre el cielo y la tierra" testigos mudos de un gran misterio... Gracias Miguel

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  6. Así es, May. Compartimos el misterio de la vida, y el susurro del viento, y el tañir de la lluvia sobre la piel que cubre sus sueños y los nuestros.
    Los hombres y mujeres echamos raíces... Sin saberlo, nos miramos en ellos.
    Muchas gracias por tu comentario.

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