GESTA

Del cielo  desciende la ígnea espada que cada mañana blande al levantar el Sol. Pero su espada es su verso y su verso es su habla y su habla sus manos, sus ojos y el andar certero sobre este mundo en el que cielo y tierra se mezclan como arena y ola.

Lucha y vive su contienda, gesta de hombres y ángeles sobre un mundo de luz y oscuridad, bajo un techo de estrellas y nubes, de soles y atardeceres, de llanto que grita lluvia, y torrenteras, de dominaciones que lucen esmeraldas prestadas a los hombres para encender corazones e iluminar mentes que buscan ser aguas calmas y tibias.

Tensa la mirada y la deja ir sobre el horizonte. Sigue la silueta hasta donde la vista alcanza, su frontera, el lugar donde cielo y tierra confluyen y se confunden, donde cielo y mar se besan y se abrazan.

Vehículo de la Luz que busca corazones donde florecer y quedarse, amarse amando la vida, abrazar al viento cerrando los ojos. Y desde la Luz trenza atardeceres que señalan batallas concluidas. Luz contra oscuridad, viento contra deseo, suspiro contra sollozo, río contra mar, nube contra roca.

Tallo de junco, bambú que se inclina sin romperse, opuesto que no lo es, danza de la vida, danza del color, canto de ánimas que buscan retornar y andar nuevos caminos, caminos andados y al andarlos… piedras dolorosas como pies cansados que buscan la fresca agua del río de la vida.

Vive su vida como una gesta en la que lo divino y lo humano confluyen, porque en su vida no solo ella se vive sino que Él se vive en Si mismo y en Si mismo en ella se expresa. Cuando abre los ojos el universo abre sus ojos en ella. Su vida es lo que es porque existe una causa superior que la impulsa y justifica, que le da aire y la inspira, y la convierte en trascendente.

De su corazón al cielo. Recoge su energía y levanta los brazos, al cielo la expone, al cielo la vierte y del cielo recoge lágrimas de Luz, destellos, adormeceres como despertares para iluminar sus pasos, para alumbrar el camino, su camino.

Toda vida tiene un propósito y ese propósito la trasciende en la individualidad en que se manifiesta y expresa. La gran búsqueda del constante equilibrio, la gesta de la manifiesta realidad y de la Luz para no ser desterrada de nuestras vidas, de nuestro mundo. Vivir no es sólo vivir, es librar la contienda de la cotidiana realidad a la que pereces si no vistes tus sueños de propósito y tu propósito de sentido, y si no ves que el sentido tiene sus raíces en el firmamento y sus manos en la Tierra.








Comentarios

  1. Dios santo...que cosa tan bonita.
    Como siempre..gracias por tan bellisimos articulos tan frescos y cristalinos.
    Un saludo maestro.
    DB

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