EN EL CAMINO



Hacer el camino no es andarlo, sino vivirlo. El camino es la vida, y la vida es el camino.
Todo camino emprendido es un camino que persigue un fin, y el fin no es otro que el fin del camino. Pero todo camino parte de un mismo sitio y termina en un único lugar, pues todo camino surge dentro y dentro de nosotros acaba.
Toda vida es un camino, y todo camino tiene un sentido. El sentido del camino es el fin en sí mismo, y todo fin es un nuevo inicio.

Al caminar recreamos nuestra vida, la expresamos, y la definimos en un propósito.
Todo camino es una búsqueda, y toda búsqueda se resume en lo siguiente: todo aquello que hacemos lo hacemos, aún sin saberlo, buscándonos a nosotros mismos. Así pues, al inicio y al fin de todo camino sólo estamos nosotros mismos.

Pero un camino de verdad es un camino iniciático, que busca reencontrarnos, situarnos conscientemente dentro de un contexto trascendente y específico. Cuando nos situamos en ese centro virtual y real que somos nosotros mismos, y lo hacemos con respecto al resto del universo, hemos comprendido el sentido. Y el sentido no es el fin, sino el propósito.
De nada vale hacer un camino iniciático, quizá un camino emprendido por generaciones de hombres y mujeres que emprendían sus pasos hasta el fin del mundo, si no caminamos dentro de nosotros. Estos caminos te sitúan en un contexto energético con respecto a un todo también energético. Pero para ello hay que aplicar conciencia a los pasos. Si nos limitamos a caminar podemos andar el camino, pero no hacemos verdaderamente el camino. Más camina la luz que se prende momentáneamente ante la fugaz maravilla de una puesta de sol, que el sudor de kilómetros y de pasos dados que solo persiguen decir “yo he hecho el camino”.
Todos los caminos confluyen en una misma encrucijada: el ser humano y su propia divinidad, la propia “cosmicidad” del hombre.

El día a día es un camino que se alimenta de la visión correcta de las cosas. Y de la propia experiencia de vivir. Y de dar sentido a los pasos que damos, y a lo que vivimos; y al hecho de convertir a la vida en un acontecimiento trascendente desde que iniciamos el día hasta que el sol se oculta tras el horizonte. Por eso me permito decirte que cada día, desde que pones el primer pie en el suelo, inicias un camino que puedes convertir en iniciático si pones conciencia al hecho de estar vivo y de vivir una existencia trascendente.

Comentarios

  1. Miguel Ángel, también soy de los que piensa que el hombre inicia su camino iniciático, desde siempre, desde que amanece y desde el amanecer de la humanidad; aunque la gran mayoría lo hace (o lo hacemos) sin saberlo. Hay que ser conscientes de ello para que ésto se produzca y tenga el "premio" de esa iniciación. Si observamos el estrés diario a que se somete la población, diría que la humanidad entera está lanzando pedradas sobre una malla invisible, donde éstas rebotan, y algunas nos alcanzan... estamos "detenidos" en ese camino; perdidos y esperando que alguien, nos guíe...
    Saludos cordiales y nos veremos caminando y creciendo.

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  2. Miguel Angel, estamos fascinadas con tu blog es increible!!!! Queremos pertenecer y compartir tu mundo paralelo y que nos seas de guia en nuestro viaje iniciatico. ¿Son compatibles "El bosque de irati" y "Cronicas desde Shambala" ? Un fuerte y cariñoso abrazo.
    Te dejo un enlace;
    http://www.facebook.com/event.php?eid=172354646128894&num_event_invites=31#!/pages/El-Bosque-de-Irati-Asociacion/110890402313412

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  3. El camino que te lleva de un lugar a otro, que todo camino te puede llevar a iniciar algo nuevo y vivir experiencias y dar sentido a lo que vivimos aunque efectivamente todos tenemos marcado un camino y la mayoria desconocemos su destino es la encrucijada de tu vida, tu destino, tu acción, por eso en alguna ocasión nos veremos en el camino, gracias Miguel Ángel. Salud

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  4. Carmen Martín Segovia.13 de diciembre de 2010, 19:51

    Siento dentro de mí que el camino es mi propia vida, con sus alegrías y sus penas, sus logros y sus fracasos, en fín todo un aprendizaje que voy adquiriendo a través de las elecciones que voy haciendo. En el momento en que decidí avanzar un poco más buscando respuestas a mi propia existencia cuando ya todo me sobrepasaba en los peores momentos, escuché mi propia voz interior que me sugirió vivir en paz y armonía con el mundo porque todo son pruebas para superar las lecciones que tenemos pendientes. Aquí empecé mi camino iniciático, aquí empezó mi nueva visión de la vida.
    Gracias Miguel Angel, por compartir este extraordinario trabajo. Te sigo en El Camino...

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