REFLEXIONES SOBRE EL FENÓMENO OVNI (III)



Los ovnis juegan a esquivar miradas, y nosotros a perseguirlos. Desde que uno tiene la primera certeza incierta sobre ellos hasta que toma conciencia de lo alejado que está de todo planteamiento simplista puede transcurrir un tiempo. Sí, ellos existen, son absolutamente reales, nos observan y nos ignoran, nos contemplan e interactúan con nosotros, son la misma contradicción disfrazada de sentido y al tiempo la lógica aplastante de una realidad incomprensible.

Decir que se han vertido millones de palabras sobre ellos no es ni una exageración ni una metáfora, es la desbordante realidad de los hechos. Sin embargo, después de tanto tiempo han conseguido mantener la equidistancia suficiente y necesaria para que no estemos seguros de casi nada de lo que pueda tener que ver con ellos.
Por eso son para mí los desconocidos insondables.

Al contemplar el cielo, al escrutar entre las estrellas y las nubes, buscándolos, deseando que estén ahí, asaltan las dudas y las certezas. Nunca un caso suficientemente revelador ha dejado todos los cabos atados y bien atados. Nunca un contactado ha sido el íntegro representante del más escrupuloso equilibrio ante su experiencia. Pero caso de tratarse de un hecho real ¿cómo mantener la equidistancia y el equilibrio ante algo fantástico y revelador que podría suponer una de las experiencias de mayor calado para el propio protagonista y para la humanidad en su conjunto?.

Si el fenómeno es escapista hasta la médula puede obedecer a varias razones, una de ellas sería que no quiere ser verdaderamente identificado. Lo que vendría a suponer que mantener la incógnita de su personalidad les ayudaría a desarrollar el propósito de su permanencia entre nosotros. ¿Y qué puede esto significar?. Puede significar, cuando menos, operar con mayor libertad y descontrol, y evitar que potencialmente pudiéramos poner freno a su actividad, pues en líneas generales el secretismo contribuye a mantener el status quo de quien mantiene una posición preponderante sobre otro.

¿Podría ser escapista porque rehuye todo contacto con el ser humano?. Sabemos que en la inmediatez de muchos encuentros no es así, pues el fenómeno actúa sobre los individuos, y de particular manera en los encuentros cercanos de tercer tipo. Aunque en otras ocasiones se evita el contacto. Sin embargo, desde el punto de vista de los testigos parece declaradamente cierto que los encuentros con humanoides transmiten la certeza de tratarse de encuentros con seres extraterrestres. Luego entonces, amén de todo lo que no es necesario detallar, al fenómeno no es que le de igual es que escenifica, suponemos de manera no intencional, su naturaleza extraterrestre. ¿O es intencional?. ¿Y si fuera así, qué deberíamos pensar?.

Lo cierto es que el fenómeno ovni es un fenómeno de anticipación, nos obliga a poner en marcha la imaginación para tratar de deducir el origen de su comportamiento y la tecnología que lo avala. Y además va muy por delante de los avances de la aviación. Los ovnis exhibieron sus formas aerodinámicas ya en tiempos donde volar suponía una infracción de la cordura y la aerodinámica un sueño inalcanzable. Eludieron a los radares desde décadas antes que sobreviniera la primera generación de aviones invisibles puestos a prueba en la primera guerra del Golfo. Desarrollan movimientos imposibles y se mueven sin ruido. En definitiva, a veces creo que han sido la fuente en que se han inspirado muchos de los avances de la aeronáutica civil y militar. ¿Descabellado?. En absoluto.
Y además, pensar en ellos siempre supone un estímulo.

Hubo en tiempo en que el pensamiento de moda entre los investigadores que querían revestirse de un cierto cariz de respetabilidad era declarar que los ovnis básicamente no existían, que básicamente no eran más que extrañas aberraciones de la naturaleza provocadas por fallas geológicas y alteraciones del campo magnético que, incluso en ocasiones, podían llegar a estimular el área visual del cerebro y provocar alucinaciones. Y el rayo en bola, además, como explicación atmosférica, se convirtió en uno de los recursos más usados.
Esta fue la fase siguiente a la previa, a la certeza absoluta de la veracidad de la hipótesis extraterrestre.

Comentarios

  1. Hola M. Angel. Bueno, yo no puedo tener dudas sobre los OVNIS ya que en un par de ocasiones he sido testigo de algo que no puedo clasificarlo como un aparato conocido. Pero experiencia mia aparte...La Biblia esta lleno de ellos. Zetcharia Sitchin en sus CRONICAS DE LA TIERRA, nos lo describe según las tablillas sumerias. El Popol Vuh, los menciona. El libro de Enoch también, y creo que en el RAMAYANA aparecen. Los Dogon hablan de seres venidos del espacio, Y asi la lista seria interminable...y sin entrar en investigaciones modernas de Robert Charroux, Peter Kolosimo, J.J. Benítez etc...Por cierto, el libro de reciente publicación EXOPOLITICA, es muy significativo. Y a la pregunta, Por que no aparecen en una plaza publica? Ya lo hicieron en el 89 en Vororneth, Rusia. Otra cosa es el manto de silencio que sobre el tema ahí. Y la forma sutil que los gobiernos tienen de hacernos creer que todo es mentira...ET, Aliens...Un saludo amigo.

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  2. Hola amigo... Los ovnis son una realidad incontestable. Existen, son completamente reales y pertenecen a un paradigma diferente, más amplio, de la realidad. Pero, además, históricamente existe una compaña pertinaz del fenómeno con respecto a la humanidad. No sólo están en el origen, en los primeros momentos, de muchas antiguas civilizaciones que señalan las estrellas como el hogar de sus dioses o de sus antepasados. Existe además la posibilidad cierta de que estuvieran relacionados igualmente con el origen de la humanidad, su establecimiento en este mundo mediante una suerte de manipulación genética y evolutiva en nuestros ancestros. Así que todo esto está relacionado con el fenómeno ovni. Pero claro, al irnos tan lejos en el tiempo desconocemos el cariz de su manifestación, sus pautas, la forma en que se hacía o se dejaba ver... Pero claro, una cosa está clara,seres llegados de las estrellas, de los confines del espacio, jugaron un papel civilizador con nuestros ancestros. ¿Se puede pues trazar un puente entre estos dioses y/o semidioses llegados del espacio y el actual fenómeno ovni?. ¿Y por qué no?. ¿Podrían ser los mismos?. Quizá... o quizá no. Las preguntas siguen abiertas. Pero partimos, para mi, de la base de una existencia real en el presente y en el pasado... y seguramente en el futuro.

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