No hay enemigo. No hay “el otro”. No hay distinción entre los hombres.
No somos de donde nacemos, sino de donde nuestro corazón echa raíces. Y si nuestro corazón echa raíces en el mundo, ¿acaso estos niños no son nuestros niños?.
¿Por qué dejar que alimenten el mito del contrario, del que se opone a ti, del que viene de fuera y puede quitarte un pedazo de lo que es tuyo, del que te quita el lugar, el trabajo y el agua?.
La sinfonía de la sonrisa todos sabemos tocarla, es la que más fácilmente se interpreta, todos la entienden y a todos llega.
Sonreír es gratis.
Abrir los brazos es gratis.
Estrechar las manos es gratis.
Por un mundo grande y unido.
Por hombres y mujeres grandes, y unidos.
Por niños del mundo sanos y salvos, y unidos.
Por el clamor de la belleza.
Por la belleza de la alegría.
Por el triunfo de la felicidad.
Por un mundo mejor, sin exclusiones, donde todos y todas cabemos, donde todo niño es hijo de la vida y de la esperanza.
Por la llegada de un nuevo tiempo.
Por ser verdaderamente humanos y libres.
Estoy totalmente de acuerdo contigo...
ResponderEliminarPor la llegada de un nuevo tiempo.
Por ser verdaderamente "Humanos y libres"
Un abrazo de corazón.
por ser verdaderamente libres y limpios de corazon.hay algo mas vello que contemplar el nacimiento de un niño,da igual su raza o estado social,dije niño.lo demas es lo q cada uno visualice y ese sara nuestro verdadero yo o nuestra conciencia.dulce beso.
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