PARA VIVIR MÁS CERCA DE LA LUZ


Se un caminante que disfruta del paisaje y se identifica con los montes y los valles, pues ellos son tú, como tú ellos, y viven en ti, como tú en ellos.
El sentimiento de soledad nace porque no sabemos reconocernos en lo creado. Formamos parte del Todo.

Aprende de los pajarillos y las amapolas, y estate presto a escuchar la voz de las estrellas, pues susurran palabras inaudibles que hablan de la sencillez y la belleza, y de tu propio origen.

Cuida de no dañar la libertad ajena, y de conservar la propia en el conocimiento de ti mismo, pues todo ser ha de elegir su propio camino mientras espera que la Luz vuelva a acogerlo, y el conocimiento de sí mismo es la clave.

No quieras para los demás lo que no quieras para ti, y presta un poco de tu Luz a todo aquél que la necesite, pues cuando tienes Luz es solo un préstamo fluido que ha de seguir su cauce hacia el prójimo, y para ti solo querrás Luz.

No creas en el triunfo, ni en la derrota, pues son imaginarios. Nacen de la comparación de las formas y las formas nunca son reales, serás competitivo y sufrirás por perder o por querer ganar. Conténtate con Vivir.

No te quedes sólo para ti lo que puedas compartir con otro, pues el apego conduce al miedo y a la pérdida, y no permite ver el horizonte, ni la riqueza de la vida.

Una parte importante del retorno a la Luz consiste en recobrar la Memoria Primigenia.
Cuando comiences a Recordar, y a ser más Consciente, ayuda a que otros lo sean, a que otros Recuerden, y así estarás más Despierto, pues eres cada uno de todos ellos y en ellos despiertas.

En parte no Recordamos porque no somos Conscientes. Y en parte no somos Conscientes porque no Recordamos. Así que estate alerta y no confundas la Conciencia con el ego, el recuerdo con la fabulación. La personalidad cotidiana necesita decir “soy consciente” , pero la transpersonalidad trascendente sabe que es Consciente. Esta es la diferencia.

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