Mi ciudad no es una ciudad de la Luz. Porque mi ciudad es una ciudad del mundo moderno, del que camina rápido sin saber certeramente hacia dónde. Pero es mi ciudad.
Y en mi ciudad, que refresca sus orillas con las aguas de un mar de sabios y antiguos pueblos que, en verdad, llegaron a conocer, y que salpicó costas de Atlantis, viven gentes que nacieron en la Luz. Y así viven sus vidas.
Se confunden entre los que caminan por sus calles. Hablan como todos, sonríen como todos, incluso desesperan como todos. Sin embargo, se distinguen por su forma de sentir el mundo, por el modo en que elaboran sus pensamientos, por la luz iridiscente que los envuelve, por el lenguaje que hablan y por el sentido que dan a sus acciones. Cultivan la tolerancia y la búsqueda.
Así, con el tiempo, mi ciudad será una ciudad de la Luz. Porque despertarán los enclaves dormidos, se abrirán las puertas cerradas, dejará de soñar el sueño de los despiertos durmientes, y su catedral dejará libre el dragón que duerme bajo sus cimientos.
Mientras tanto, los hijos de la Luz caminan su vida, y viven su camino. No estamos solos.
Qué bellas palabras, leer este blog es un placer inmenso. Muchas gracias por compartirlo, de este modo despierto a conocimientos que tenía pero que paradójicamente no sabía que sabía.
ResponderEliminarPatricia Cabello
(Argentina)
Siempre gracias a tí, Patricia. La diferencia entre LO QUE EN VERDAD SOMOS y "lo que creemos ser" está en la memoria. Hemos perdido la memoria. Así que, ciertamente, LO SABES.
ResponderEliminarDe nuevo muchas gracias. Un saludo. Y adelante.
Algo está ocurriendo en la sutiliza de lo que no vemos. Energías potentes que arrastran los lodos, dejando al descubierto las pepitas de oro. Cada noche las siento y cada amanecer, algo nuevo descubro en mi. Son como oleadas de viento purificador cuya fuerza conmueve.Detrás de ellas, el amor se hace presencia y te inunda sin causa aparente y te arrastra hacia la delicia de otro mundo en este mismo mundo.
ResponderEliminarMaría.
Así es María, y la sutileza y finura de lo que sientes, y la forma en que lo expresas, fluyen de núcleos de luz que te alimentan y nos alimentan con tus palabras. Gracias por estar ahí y brillar para nosotros.
EliminarDemos gracias a esa luz de todos y a ti por crear un espacio para ella.
ResponderEliminarMaría.